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Cucharas bivalva electrohidráulicas para la fundición: resistentes a las altas temperaturas

En el trabajo diario en una fundición se experimentan retos como la variedad de materiales a tratar, entre los que se encuentran el hierro, el acero, el aluminio o el bronce, entre otros. A esto se suma la multitud de aplicaciones de cada uno de ellos, como componentes de maquinaria, tuberías, piezas para automóviles, etc.; para lo que hace falta conocer de primera mano sus posibilidades y características. Pero si hablamos del mayor reto en las fundiciones, sin duda, pensamos en la seguridad

Las altas temperaturas a las que se manipulan los materiales convierten las plantas de fundición en espacios diseñados de principio a fin para soportar niveles térmicos extremos. Requisito que también debe cumplir cada herramienta y máquina dentro de la fundición, como las palas de fundición, la ropa de protección, los escudos y cortinas de soldadura o las grúas, equipos de manejo de materiales y hornos. Es justo aquí donde las cucharas bivalva electrohidráulicas de Stemm tienen un encaje perfecto. 

Cómo se adapta la cuchara bivalva electrohidráulica a una fundición

Las cucharas bivalva electrohidráulicas, con su estructura de dos mandíbulas móviles con topes de seguridad en la apertura, cumplen con una serie de funciones y aplicaciones variadas, pero fundamentales, en el tratamiento de materiales a altas temperaturas, entre las que se enumeran la recogida o vertido del material fundido desde hornos o crisoles a su zona de procesamiento o la resistencia a ambientes agresivos, propios de las fundiciones. 

Gracias al control preciso que le otorga el sistema electrohidráulico, nos encontramos con una herramienta que permite un dominio preciso en la cantidad de material recogido. Esta precisión incide directamente en la reducción de los desperdicios. Además, la cuchara bivalva para las fundiciones es muy versátil, por lo que no se limita a la recogida de un tipo de material, se adapta a algunos tan diferentes como arena de fundición o chatarra metálica. Esto supone una mayor eficiencia operativa. Como consecuencia de todo lo anterior, también mejora la seguridad, porque posibilita una manipulación controlada, lo que reduce el riesgo de derrames y en consecuencia de lesiones. 

La cuchara bivalva electrohidráulica de Stemm

Dentro del catálogo de Stemm, encontrarás diferentes opciones válidas para el trabajo en una planta de fundición. La elección de uno u otro dependerá de la densidad del material y, en ocasiones, del propio material. 

Para las ferroaleaciones, a base de manganeso, aluminio o silicio, entre otros, lo más adecuado son los modelos 2CH-3,2 o 4CH-3,2 para densidades de 3,2 t/m³ (± 15%), con labios de cierre especiales HARDOX 500 en acero al manganeso anti-desgaste. Con máxima fuerza de penetración y compactación, permite lograr llenados completos; además, cuenta con un depósito estanco, presurizado y con sistema anti-condensación. Su seguridad de carga, trabaja en cualquier inclinación a bajo nivel sonoro. 

En el caso del hierro, destacan los modelos 2CH-2,8 - 4CH-2,8, con características similares a los anteriores, pero diseñado una densidad de 2,8 t/m³ (± 15%); y también la cuchara bivalva electrohidráulica CHV 2,8, especialmente pensada para la manipulación de materiales a granel de DENSIDAD DE 2,8 t/m³ (± 15%).

El buen uso de las cucharas bivalvas en fundiciones está directamente relacionado con el cumplimiento de normas de seguridad y regulaciones aplicables, como la Gestión de Calidad ISO 9001 : 2015 o la declaración CE de conformidad, con la que cuentan las cucharas bivalvas electrohidráulicas de Stemm.