Las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) conforman el conjunto de instalaciones encargadas de reducir la contaminación del agua hasta valores aceptables para su uso. Representan una ingeniería intrincada y meticulosa dentro de su diagrama de flujo, ya que su función no solo es crucial desde una perspectiva medioambiental, sino que también es compleja en términos de operación y manejo. Dentro de este sistema se encuentra el pozo de gruesos, una etapa determinante en el proceso de depuración, ya que es el punto en el que se trata el influente para conseguir, mediante la desinfección, el afluente del agua. Es este mismo punto en el que las cucharas bivalvas anfibias ocupan un rol protagonista.
El pozo de gruesos y sus cuatro desafíos a considerar
Lejos de ser meramente un filtro inicial, el Pozo de Gruesos tiene como objetivo retirar materiales de mayor tamaño para proteger todos los componentes del desgaste; es decir, enfrenta retos significativos que podrían afectar a la eficiencia de toda la instalación como:
- La diversidad de materiales: El agua residual que llega a una EDAR no es uniforme. Contiene una amplia gama de materiales sólidos, desde objetos grandes y fáciles de detectar, hasta pequeñas partículas que pueden ser difíciles de filtrar. Piedras, ramas, plásticos, arenas, lodos, fangos, y cascarilla son solo algunos de los elementos que pueden llegar al pozo de gruesos y malograr la instalación.
- El volumen variable: El caudal de agua y material sólido que entra en el pozo de gruesos puede variar ampliamente, dependiendo de factores como las condiciones climáticas, la hora del día o el área de procedencia. Estas fluctuaciones demandan soluciones flexibles que puedan adaptarse rápidamente a diferentes volúmenes de materiales.
- La necesidad de extracción rápida: Es esencial extraer de forma rápida y efectiva los materiales del pozo de gruesos para evitar obstrucciones y garantizar un flujo adecuado en las siguientes etapas.
- El impacto ambiental: Una gestión inapropiada puede liberar contaminantes al entorno o dañar la infraestructura de la EDAR.
Cucharas bivalvas anfibias para estaciones EDAR
Una cuchara bivalva será la solución adecuada si se trata de adaptarse a distintas condiciones, como pozos de arenas, tanques de decantación o sedimentación, lagunas de estabilización o almacenamiento de lodos líquidos o pastosos. Cuanto más baja sea la densidad del espacio, mayor será la importancia del cierre y es por ello que se requerirán herramientas especializadas, como las cucharas tipo anfibias de Stemm.
La sincronización hermética de las valvas garantiza una extracción eficiente, mientras que los agujeros rasgados permiten que los materiales se deshidraten adecuadamente. Uno o Dos cilindros hidráulicos reforzados permiten el movimiento necesario de las valvas. Además, los labios de estas cucharas están reforzados con material antidesgaste para garantizar su durabilidad.
Disponibilidad de dos cucharas anfibias:
Según los requerimientos técnicos de válvulas, densidad, cubicaje y peso Stemm dispone de estos 2 tipos de cucharas con sus respectivos requerimientos técnicos:
Cómo seleccionar una cuchara bivalva para EDAR
En el ámbito industrial de la depuración de aguas, las herramientas y equipos utilizados marcan una diferencia significativa en la eficiencia y efectividad del proceso. Las cucharas bivalva de Stemm, con su precisión, durabilidad y adaptabilidad, son una elección esencial para las EDAR que buscan optimizar su proceso, tanto como garantizar la seguridad medioambiental.
