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Eficiencia y seguridad con los pulpos de Stemm en la manipulación de todo tipo de chatarras

Recolectar, comprar, vender, almacenar y procesar residuos en materiales tan diversos como aluminio, cobre, bronce, plomo o hierro, entre otros. Todo este trabajo, propio de las plantas de tratamiento de chatarra o parques de chatarra de las empresas siderúrgicas, requiere mover y manipular grandes cantidades de elementos de mucho peso de una forma ágil y segura, tanto para el medio ambiente como para los trabajadores. 

Son justo estos dos requisitos, agilidad y seguridad, los que condicionan las herramientas y máquinas que deben funcionar en una planta de tratamiento de chatarra. Encontrar opciones que satisfagan ambas pasa por dar con un mecanismo que garantice la productividad y ofrezca versatilidad como los pulpos de Stemm

Qué hacen los pulpos para chatarra de Stemm en una planta de tratamiento de chatarra

El pulpo para chatarra recibe su nombre de las garras especiales que le dan forma y que son las encargadas de recoger los materiales. Se trata de una grúa especializada que facilita el propio trabajo en las plantas de chatarra gracias a cuatro beneficios diferenciales: 

  1. Carga y descarga materiales de diferentes densidades y tan pesados como vigas o bloques de acero con rapidez, ya que en el mismo traslado puede manejar grandes cantidades. 
  2. Facilita la manipulación de la chatarra para su apilamiento debido a sus movimientos y control y esto maximiza el aprovechamiento del espacio de almacenaje.
  3. Aporta eficiencia en el proceso, porque acorta los tiempos de manipulación, por lo que también aumenta la rentabilidad.
  4. Aumenta la seguridad y puede reducir el riesgo de accidentes, ya que minimiza la manipulación manual de materiales pesados. 

Es decir, el uso de pulpos en una chatarrería proporciona beneficios clave en la mejora de la eficiencia y la seguridad, pero también en la rentabilidad. Para ello, es determinante elegir el modelo más adecuado, teniendo en cuenta variables como los materiales a recoger, el espacio para su instalación y la capacidad de recogida que será necesaria. 

El pulpo más adecuado para cada tipo de chatarra

Entre las opciones que Stemm diseña y fabrica, existen varios modelos de pulpos que pueden cumplir con los objetivos de una planta de chatarra, atendiendo a criterios de materiales, densidad y lugar en el que operan.

Pulpo electrohidráulico

Los pulpos electrohidráulicos de Stemm permiten una manipulación precisa de chatarras ligeras, medias y estructurales. Trabajan en cualquier inclinación y con un bajo nivel sonoro. Además de topes de seguridad, cuenta con dientes especiales de penetración en acero al manganeso anti-desgaste y garras de máxima fuerza de penetración, arrastre y compactación. Su moto-bomba garantiza ciclos rápidos.

Dentro de los pulpos electrohidráulicos de Stemm, se encuentran cuatro modelos que pueden ser apropiados teniendo en cuenta la densidad: 

  • PH 0,9, densidad de  0,9 t/m³ (± 15%), para chatarras ligeras
  • PHR 2,5, densidad de 2,5 t/m³ (± 15%), para chatarras medias y chatarra fragmentada
  • PH 3, densidad de 3 t/m³ (± 15%), para chatarras medias y chatarra fragmentada
  • PH 3,5, densidad de 3,5 t/m³ (± 15%), para chatarra estructural

Pulpo a cables

Para las instalaciones en las que el movimiento del pulpo esté planteado mediante cables, como astilleros o puertos, los pulpos a cables de Stemm son la respuesta. Su perfil de garras y semiconchas se adapta a los materiales con máxima fuerza de penetración y su estructura robusta está fabricada en acero de alto límite elástico. 

  • PMC 0,9, densidad de  0,9 t/m³ (± 15%), para chatarra ligera
  • PMC 2,5, densidad de  0,9 t/m³ (± 15%), para chatarra media y fragmentada
  • PMC 3,5, densidad de  0,9 t/m³ (± 15%), para chatarra estructural

Pulpos hidráulicos PHNA 3,5

Los pulpos hidráulicos de Stemm trabajan con todo tipo de chatarras. Cuentan con dientes especiales Hardox 500, de penetración en acero al manganeso anti-desgaste, y una estructura reforzada en acero con alto límite elástico. Sus articulaciones de garra no necesitan engrase y están libres de mantenimiento. 

  • PHNA 3,5, densidad de  3,5 t/m³ (± 15%), para todo tipo de chatarras

La correcta elección del pulpo, también conocido como pulpo chatarrero, es fundamental para conseguir un uso óptimo y adecuado de los procesos de automatización, como ya ocurre en el Centro de Tratamiento de Residuos del Alt Empordà y en la planta de recuperación de materiales de Sogama; ambos ejemplos de trabajo con los pulpos de Stemm.